La Evo-Nacionalización petrolera en Bolivia

Por: Luis Humberto Hernández

La declaratoria de nacionalización del petróleo hecha por el presidente boliviano Evo Morales el 1 de mayo del año en curso no es nada novedoso, pues Bolivia es el primer país en América Latina que nacionalizó su recurso natural petrolero en la década de los treinta del siglo pasado durante el gobierno del coronel David Toro.

• La primera nacionalización.

En Bolivia se habían dado las primeras concesiones petroleras en 1920 a la multinacional Norteamericana más grande del mundo la Standard of New Jersey de Rockefeller, otorgadas por 55 años de acuerdo con el código de minas expedido en 1921. La petrolera encuentra crudo en al año de 1924 en Camirí al sur del país, en la región del Gran Chaco, pero decidió no informar al gobierno y exportar el producto sin pagar impuestos. Seis años estuvo la empresa exportando petróleo desde Bermejo hasta Argentina, para lo que sólo necesitaba cruzar el río del mismo nombre.

Bolivia que junto con Perú se había enfrentado en la llamada Guerra del Pacífico (1879-1883) a Chile, tras su derrota se veía privada de una salida al mar. En 1906 comenzó a construir pequeños fuertes en la región del Chaco con el objeto de acceder al río Paraguay y lograr una salida al Océano Atlántico. Paraguay a su vez fomenta en la misma región del Chaco, hacia 1920, el asentamiento en la zona de un grupo religioso protestante, los Menonitas canadienses. La situación lleva a Bolivia a enfrentarse con Paraguay en lo que se conoce como la Guerra del Chaco (1932-1935) cuya titularidad reclamaban ambos países debido entre otras a la presunta existencia de petróleo. Durante esa guerra que duró tres años la Standard le negó al ejército boliviano el petróleo con el pretexto que no tenía combustible pero que podía traerlo desde Perú, a precios más altos. Terminada la guerra los bolivianos quedaron con el control del territorio decidiendo en 1937 el presidente David Toro, expulsar a la Standard Oil y nacionalizar sus propiedades, creando la empresa Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). La expropiación la argumenta acusando a la Standard de vender crudo ilícitamente a la Argentina, de fraude fiscal y de haber negado el uso del petróleo durante la guerra al ejército boliviano, siendo petróleo boliviano. En 1942 la Standard recibía una indemnización por US 1´750.000.

Siendo la primera expropiación que sufría la Standard desencadena una campaña contra el Estado boliviano, acude a la compra de los magistrados de la Corte Suprema, y bloquea los créditos al país; la movilización popular evita la reversión del proceso.

En 1952 la revolución liderada por el Movimiento Nacional Revolucionario (MNR) permitió el desarrollo de la Empresa estatal petrolera boliviana que, en 1953 en el marco del Plan Camirí, encuentra un yacimiento que le permite a Bolivia autoabastecerse y ser exportador hacia sus países vecinos. Para ese entonces, interesadas nuevamente las Multinacionales por la promisoria situación petrolera boliviana y al amparo de las necesidades financieras que tiene el gobierno que conlleva su endeudamiento por 3 millones de dólares, logran hacia 1953 que nuevamente se les concedan contratos en el sector.

• La segunda
En 1967 la Gulf Oil Company descubre gas en Río Grande y se abre la posibilidad de exportarlo, pero cuando avanzaba el proyecto de exportación a Argentina la empresa de EE.UU. anuncia que no pagaría las regalías pedidas por Bolivia, entonces el gobierno de Alfredo Ovando Candia con su ministro Marcelo Quiroga Santa Cruz, nacionalizan en 1969 los campos petroleros y gasíferos de la Gulf.
En 1985, al amparo de los procesos de apertura y privatización mundial, el Decreto 21.060 señalaba que la petrolera estatal dejara de producir y solo se encargara de administrar contratos. En 1994 el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada expedía la ley 1544 llamada de Capitalización y “los pactos por el cambio y la gobernabilidad”, ofreciendo la empresa estatal YPFB a las empresas extranjeras a cambio del compromiso de inversión, bajo la figura de la llamada Capitalización. Los contratos tenían como única obligación pagar regalías pero no compartir las utilidades. Con las ganancias obtenidas se pagaba el bono solidario (bonosol) a los mayores de 65 años.
Antes de sucumbir YPFB había firmado contratos con Petrobrás, para exportar gas a Brasil. La empresa brasileña le había hecho un préstamo a YPFB para construir el ducto dentro de territorio boliviano, crédito que iba a ser pagado con la tarifa de transporte del propio ducto.
La capitalización despojó a YPFB de su gasoducto y se lo dio a Enron, en una operación criticada entonces por The Wall Street Journal, que observaba sobre las excesivas ventajas que el gobierno le otorgaba a esa empresa. La Enron, que era la misma empresa norteamericana que había protagonizado la segunda mayor quiebra fraudulenta de la historia del capitalismo, se adueñaba ahora del proyecto de venta de gas a Brasil. Ahora en asoció con Shell, que controlaba el yacimiento peruano de Camisea, exportarían al Brasil el gas boliviano y peruano conformando Transredes, consorcio que aún controla los ductos bolivianos; por su parte el gobierno Boliviano les aprobaba una ley que les bajaba los costos del transporte del gas peruano por el territorio nacional.
En 1996 por la Ley de Hidrocarburos 1689 Sánchez de Lozada establece los Contratos de Riesgo clasificando los pozos en “existentes” y “ nuevos” estos no sujetos ya al bonosol, y que cubrían la mayoría de los pozos : Margarita, San Alberto y San Antonio entre otros. Establecía el artículo 71 de la Ley que YPFB explotara los pozos residuales hasta cuando fueran objeto de contratos compartidos.
En 1997 el Decreto Supremo 24.806 aprueba el Modelo de Contrato de Riesgo compartido por áreas señalando el artículo 3º que la empresa titular adquiere el derecho de propiedad de la producción en boca de pozo y de su destino.
Para evitar una nueva nacionalización Sánchez de Lozada suscribió contratos de garantías con el Organismo Multilateral de garantías de Inversiones del Banco Mundial (OMGI), con el Centro Internacional de Arreglos y Diferencias a Inversiones (CIADI) y con la Corporación de Inversiones Privadas en el extranjero del gobierno de los Estados Unidos (OPIC)
• Situación petrolera reciente
En la actualidad Bolivia cuenta con una superficie de 450 mil kilómetros cuadrados de cuencas sedimentarias petrolíferas. Esa superficie se halla subdividida en tres cuencas: la subandina, la Altiplánica y las llanuras del Chaco y Norte Beniano, se estima que solo se han hecho estudios en el 15% de la misma. Los campos con mayor producción son Bulo Bulo (Cochabamba), Patujusal (Santa Cruz), Kanata (Cochabamba) y Vuelta Grande (Chuquisaca). El Chaco representa el 23% del total nacional.
Sus reservas en petróleo están estimadas en unos 458 millones barriles y de gas natural en 727.2 miles de millones metros cúbicos, con esas reserva Bolivia tiene en gas las segundas reservas de América Latina después de Venezuela, con la virtud que en relación con su población son mayores (5.8 y 5.5 Respectivamente) Esas reservas en el marco de los niveles de explotación actual le garantizan un abastecimiento para 180 años (Ver cuadros).

Las solas reserva de gas a un valor mínimo de 3.000 millones de dólares por trillón de pié cúbico le significan unos 150.000 millones de dólares.


BOLIVIA: BALANCE DE HIDROCARBUROS
2001

Hidrocarburo

Cantidad


Reservas de Petróleo
458 Millones de Barriles

Producción Diaria Petróleo
44.340 Barriles diarios

Consumo Diario Petróleo
49.000 Barriles diarios

Reservas de Gas
727.2 Miles de Millones de metros cúbicos

Gas Natural Producción
4. 050 Miles de Millones de metros cúbicos

Consumo de Gas diario
1.15 Millones de metros cúbicos

Exportaciones de gas
2.9 Miles de Millones de Metros Cúbicos
Relación Reservas /Producción de gas = 180 años
Luis Humberto Hernández. 2005.


RESERVAS DE GAS DE AMERICA LATINA
En Miles de Metros Cúbicos
*Reservas comerciales a diciembre de 2003

Puesto País Trillones de Pies Cúbicos (PC) Trillones de Metros Cúbicos Porcentaje del Total Reservas/
Población
Billones PC Consumo*
Billones
M.C/año2001
1 Venezuela 148.0 4.19 49.13 5.5 28.9
2 Bolivia 54.9 1.55 18.22 5.8 0.42
3 Perú 13.0 0.37 4.32 0.46 0.40
4 Colombia 4.5 0.13* 1.50 0.10 6.1

TOTAL 220.4 6.24 73.17
América Latina 301.3 8.52 100%
Luis Humberto Hernández. 2005. Con base en Ecopetrol. Carta petrolera Nº 108
* Con base en Internacional Petroleum Enciclopedia Pennwell

Su red de ductos alcanza los 5.293 kilómetros de los cuales 3.142 son oleoductos, 1.007 gasoductos 231 propanoductos y 913 poliductos. Siendo la red mas importante el oleoducto bautizado con el nombre de “Sica-Sica” que va de Santa Cruz hasta Arica, en la República de Chile, con una extensión de 971 km y destinado a la exportación del producto hacia Estados Unidos y Brasil, y el gasoducto Santa Cruz-Yacuiba, con 529 km para la exportación de gas a la Argentina.
La mayoría de sus exportaciones de gas van hacia Brasil, Argentina y Chile, necesitados del combustible y que tienen en Bolivia su proveedor mas asequible. Con Brasil rige un contrato vigente hasta el año 2019 para la exportación de 30 millones de metros cúbicos, de los cuales realiza 26 millones por día a un precio de 3.26 dólares por millones de BTU. Con Argentina el contrato que fenece este año contempla 7,7 millones de metros cúbicos diarios del combustible de los cuales le exporta 5 millones a un precio de 3.19 dólares por millones de BTU, siendo el precio en Nueva York de 14 dólares y en Rusía de 10 dólares.
En Bolivia de acuerdo con “Global Upstream Performance Review 2003”, los costos de extracción correspondientes a un barril de petróleo, para Repsol/YPF y Amoco son de sólo $1, comparado con un promedio de $5.6 dólares para todas las 200 compañías que aparecen en la revista. Y según Roberto Mallea directivo de Repsol por cada dólar invertido se ganaban 10 dólares, siendo lo óptimo, según él, cinco dólares aunque con tres (300 %) lo consideraban un buen negocio.
A su vez las empresas solo le reportan al Estado Boliviano el 18% del ingreso cuando le registraban el 50% por Ley 1689. En cuanto a la comercialización el Impuesto Especial de los Hidrocarburos y Derivados (IEDHD) de relevancia para el Tesoro Nacional es un impuesto indirecto que no lo pagan las petroleras sino los ciudadanos consumidores, solventando así el proceso mismo de las reformas privatizadas del sector.
De esa manera el Balance de su industria permite que las empresas de petróleo y gas saquen $1.4 billones por año, pero el estado Boliviano recibe solamente $70-80 millones en impuestos. Al mismo tiempo que en Bolivia los precios del combustible son más altos que los internacionales, un hecho que hizo que el mismo Sánchez de Lozada en una oportunidad exclamara: “esto es increíble”.
• Repsol y Petrobrás

En la actualidad la explotación, producción y comercialización del gas natural de Bolivia, se haya en manos de 12 transnacionales, siendo las mas importantes Petrobras del Brasil y Repsol YPF un consorcio español- argentino.

Bolivia: Distribución Gas natural
Empresa % Participación
Dow Wong Corporation Bolivia y otras 0.1
Pluspetrol Bolivia Corporation 1,2%
PB energia 1,3%
Vintage Petroleum Boliviana Ltd. 1,8%
Empresa Petrolera Chaco (British Petroleum) 4,2%
Pan American 6,4%
Movil Bolivia de Petróleos 6,4%
Maxus Bolivia Inc 9,4%
Total Bolivia 14,0%
Petrobras Bolivia S.A. 14,5%
BGBC 14,9%
Empresa Petrolera Andina SA ( Repsol YPF) 25,7%
Luis Humberto Hernández. 2005

Repsol YPF es una empresa internacional de petróleo y gas, con actividades en 28 países. Sus principales accionistas son los grupos financieros españoles La Caixa y Banco Bilbao Vizcaya (BBVA), que convirtieron en los años ochenta a la empresa en una de las diez mayores petroleras privadas del mundo y, en términos de activos, en la mayor compañía privada energética en Latinoamérica. Tiene una producción de hidrocarburos de más de 1,1 millones de barriles equivalentes de petróleo/día y sus reservas de crudo y gas casi alcanzan los 5.000 millones de barriles localizados en Latinoamérica y en el Norte de África.

Repsol compró en 1999 la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos de Argentina (YPF) a cambio de bonos para paliar la deuda externa bajo el pretexto de la falta de capacidad financiera, multiplicando por cuatro sus beneficios que llegaron a 1.150 millones de euros siendo un 66 por ciento procedentes de YPF. Ya en 1996 había adquirido el 75 por ciento de las acciones de la refinería de La Pampilla de Perú por 180 millones de dólares.
Petrobras (Petróleo Brasileiro) es fundada en 1952 por el movimiento nacionalista brasileño liderado por Getulio Vargas y apoyado por el Club Militar destinada a mantener a las multinacionales fuera del Brasil. Una empresa petrolera de un país tan grande como Brasil que paradójicamente ocupa la mitad del territorio de América del sur pero que carece de fuentes importantes de petróleo. Sin embargo, la misma necesidad del recurso llevó a que se constituyera en una empresa pionera y líder en la producción de petróleo “mar adentro” y transnacional de carácter estatal, que en la actualidad se haya bajo el control de la bolsa, más específicamente de los fondos de inversión de Estados Unidos que cuentan con el 49% de sus acciones. En 1997 el gobierno brasileño la abre hacia las iniciativas privadas, creando la Agencia Nacional del Petróleo responsable de la regulación, fiscalización y contratación del sector, y el Consejo Nacional de Política Energética, encargado de formular las políticas públicas de energía. En 2005, obtiene ganancias cercanas a los 11 mil millones de dólares, valor equivalente a un crecimiento 40% superior al del año anterior. En la actualidad cuenta, entre otros, con mas de 9 mil pozos activos, 96 plataformas de producción 16 refinerías de ellas 2 en Bolivia y 3 en Argentina, más de 100 navíos y 7.500 bombas de servicios.
• Evonacionalización condiciones y consecuencias

El pronunciamiento público de la nacionalización de los recursos energéticos de Bolivia hecha por el Presidente Evo Morales el 1 de mayo, una vez regresa de Cuba, tiene como novedoso que es hecha por un indígena, en un país empobrecido socialmente, equilibrado demográficamente y rico en recursos energéticos y naturales; en el marco y contra la corriente de la mas recia privatización de los recursos en sus países andinos vecinos, y para dar cumplimiento a su promesa de campaña que no podía dejar de cumplir en consecuencia como poder de gobierno y política de Estado, como probablemente se lo dieron a entender Fidel Castro y Hugo Chávez.
El acto estuvo antecedido por la resistencia popular contra la exportación de gas que ocasionaron la muerte a manos de los militares de siete personas en un bloqueo de carretera en de Septiembre de 2003. Hechos que llevaron a los cortes de caminos y a la declaración de una huelga general por la Central Obrera Boliviana (COB) marchando miles de de indígenas desde todo el país hacia la capital La Paz, obligando a renunciar al Presidente Sánchez de Lozada quien voló a los EE.UU. el 17 de Octubre. Su vicepresidente Carlos Mesa fue nombrado presidente en su reemplazo quien prometió (pero no cumplió) hacer un referéndum sobre el gas, la realización de una Asamblea Constituyente para reescribir la Constitución, y a acabar con la corrupción. Dentro de ese movimiento se encontraba el partido de izquierda MAS (Movimiento al Socialismo) dirigido por Evo Morales, y el sindicato campesino dirigido por Felipe Quispe.
Lo fundamental del carácter político de la decisión nacionalizadora estriba en la recuperación del ejercicio de la soberanía del Estado sobre el manejo de sus recursos, ejerciendo el poder sobre el proceso de producción, refinación, transporte, distribución, consumo y reservas, independiente que en él se de participación a procesos de carácter privado o, más precisamente, a procesos cuyo único interés es la ganancia particular. Para cuyo efecto le obliga a un Estado defensor del interés contar con más del 50% de las acciones económicas, pues es sabido que en un ambiente como el capitalista la soberanía no se puede entender ni ejercer de otra manera, siendo paradójicamente el hecho más atacado por los afectados y sus apologistas. Por eso el Gobierno boliviano de acuerdo con el texto del decreto del presidente Evo Morales otorga a YPFB el 50 por ciento más uno de las acciones de las cinco compañías nacionalizadas.

El proyecto nacionalizador otorga al Estado el monopolio de las exportaciones, el comercio mayorista interno y la refundación de YPFB. Establece un régimen tributario que obliga a las empresas a pagar el 50% de la producción pagado como regalías, es decir agregando un 32% de impuestos no deducibles al 18% de regalías vigentes. Se propone la reestructuración de los Fondos de Capitalización Colectiva garantizando el financiamiento de Bonosol.

Cuenta a su favor, para tal efecto, con el escenario energético mundial que acusa una crítica situación de oferta de hidrocarburos, dado que finalizó en el mundo la era de los energéticos baratos, donde los demandantes estarán cada vez mas dispuestos a pagar los costos crecientes incluyendo los posibles de la guerra por su adquisición.

En ese marco la decisión es clara en su pretensión de hacer una modificación legal que le permita al Estado definir y redefinir los compromisos de inversión de las empresas que conllevan efectos fiscales a su favor, al cobrar mayores impuestos y establecer precios fiscales a los combustibles para contrarrestar las maniobras de subfacturación que las empresas venían haciendo. Como igualmente legal y soberano le resulta el ejercicio de transformar los contratos de Concesión en Contratos de Locación de Servicios que implica pagarles a las empresas la exploración y extracción pero definiendo luego el Estado cuanto se extrae, a quien le vende y a qué precio. Contratos vigentes en Cuba y en Venezuela de donde no se han ido las petroleras.

Por esa medida nacionalizadora le quita a Petrobras, entre otras, el control que ejerce sobre los dos yacimientos más productivos y las refinerías que tiene en Bolivia. Igualmente se da el poder de nombrar a los directores de las petroleras nacionalizadas y administradas hasta entonces por Repsol YPF, British Petroleum, Enron y Shell, como lo informaba su ministro de Hidrocarburos Andrés Soliz Rada. Multinacionales que no sobra señalar, controlaban su dirección por poseer la mitad de la participación accionaria y gozar del apoyo de los socios minoritarios. El resto de las acciones correspondían a un depósito especial denominado Fondo de Capitalización Colectiva (FCC), propiedad de los ciudadanos bolivianos y gestionado por las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) Futuro de Bolivia y la española Previsión Banco Bilbao Vizcaya (BBVA).

En términos económicos la decisión es más que elocuente pues los réditos serán significativos y fundamentales para la consolidación de su proyecto social, pues en este campo, como gobierno legítimo que es, pretende incrementar los precios de venta de gas usando como precios de referencia los siete dólares por millar de BTU (Unidad Térmica Británica) que le permitirá obtener 3.74 y 3.81 dólares adicionales por la ventas a Brasil y Argentina cuyos contratos actuales rezan respectivamente los precios de 3.26 y 3.19 dólares. Precios que le representan aumento de ingresos al Estado en cerca del 50%, contando a su favor con el hecho de que Sao Paulo en Brasil se abastece en un 80% del gas boliviano, y que Brasil a partir del 2010 consumirá unos 100 millones de metros cúbicos de los que 50 millones serán probablemente de Bolivia, por ser su vecino y más cercano proveedor. Otro tanto le pasa a Argentina que tiene reservas de gas para menos de diez años, según cálculos del Instituto Mosconi, mientras que las de petróleo no superan los cinco años teniendo que aumentar necesariamente las importaciones actuales del 4% por ciento de su consumo total que se las provee Bolivia.
Concluyendo, se entiende que el éxito de la ganancia capitalista radica en el posicionamiento para la competencia de los apostadores, obligados a sacar lo mejor de sus armas para obtener el mayor beneficio posible y que culmine en el mayor de los éxitos de su ley de acumulación: la eliminación de su competidor. Visto así, el gobierno boliviano entra a jugar hoy como Estado en el mercado de los hidrocarburos con las ventajas que le da el poseer la soberanía sobre un recurso fundamental para satisfacer necesidades humanas, pero avivador de la apetencia de las necesidades de acumulación capitalista. De ahí que no se justifique el escándalo de las multinacionales y sus apologistas al sentir los efectos de la aplicación de su propia medicina, descalificando como populistas y poco serias aquellas medidas políticas que no siguen el recetarios tecnócratas del Fondo Monetario Internacional, del TLC, del Banco Mundial etc. proclives a la acumulación privada, que lejos de los intereses nacionales generales; como si los pobres no tuvieran derecho a hacer buenos negocios y satisfacer sus propias necesidades generales, o como dicen los taitas “como si lo de los pobres fuera robado”.
Bibliografía.

• Bolivia es un paraíso para las petroleras. Econoticias Bolivia. Agencia independiente de prensa. 21 de mayo de 2005 http://www.econoticiasbolivia.com/documentos/hidrocarburospetroparaíso.html.
• Andrés Solis Rada. Bolpress. Bolivia:¡Hurra, más gas a Brasil!. Mayo1 de 2006.
www.bolpress.com/asoliz.php?cod=2005004089
• Chaco cumple con sus compromisos.
http://www.chaco.com.bolpetróleo.ASP. Mayo 15 de 2005.
• El Nuevo Colonialismo español. En Pueblos, revista de información y debates. www.revistapueblos.org/article.phpo3?id_article=304.Mayo 3 de 2006.
• Yndimedia.Qollosuyu Ivi Iyambae, Bolivia. Petróleo en Bolivia: Un mundo oscuro que nadie quiere tocar. Bolivia.indymedia.org/es/2006/01/25469.shtml.
• REUTERS. Bolivia registrará como propia su reserva de gas.
www.20minutos.es/noticias/84066/0/Bolivia/gas. Mayo 8 de 2006.

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